Hola!!!
Soy una piedra, y como todas las
piedras, no puedo dar ni un paso sola.
Me queda una única esperanza, la de
caer en buenas manos y emprender un viaje en compañía.
Los años iban pasando y fui la única piedra
sin recoger de aquel lugar.
Algunos se detenían a observarme,
cierto, pero estaba atrapada en el interior de una grieta dentro de un tronco
de madera y nunca intentaron liberarme.
No sabia que hacer, y estaba harta
de esperar, deseaba viajar y
buscaba el modo de hacerme notar y ser
visible.
-Pero, cómo comunicarme? -pensé- si
nosotras las piedras y los humanos no hablamos el mismo idioma!
De repente, se me acercó una joven que
comenzó a entonar una canción.
Desde luego, no podía oír sus
palabras, soy una piedra! Pero increíblemente
sentí las vibraciones de aquella música.
Como era posible? estábamos hablando!
Me contó que así era como su madre le
cantaba cuando era pequeña.
Esta dulce melodía había sido
transmitida de generación en generación como un idioma universal. Todos los
seres de la Tierra la conocen, pero muchos la han olvidado.
No había tiempo que perder, pensé.
Llévame contigo - le supliqué-
Nadie ha querido recogerme, toda la
culpa es de esta grieta! Hay en ella mucho esfuerzo, ya sabes ....
Pero la chica sacó de su bolso una
pequeña pieza de metal y con mucho cuidado, se las arregló para sacarme de ese
horrible tronco. Me colocó suavemente en el bolsillo y nos fuimos.
Mi viaje por fin había
comenzado!
Juntas vimos lugares remotos, inmensos
bosques, volcanes seculares, animales y personas de todos los tipos. Olores, colores,
todo era tan intenso… y me sentí tan libre!
Pero un día tuve un encuentro que
cambió mi vida ...
Era ella, una vieja amiga, una piedra que habia acabado apilada junto a
otras. Estaban las unas encima de las otras, formaban un gran edificio, sumergido en el humo y el caos de la ciudad.
-Sabes compañera, esta vida no es lo
que me esperaba!!- me dijo la pobre.
Tuviste suerte de haber nacido en ese
tronco aprisionada porque tú al menos
estabas rodeada de montañas y en plena naturaleza.
Pensé en las palabras de mi amiga y
todo me pareció más claro.
Esa ranura que me mantuvo encerrada en
un destino inmóvil en realidad no hizo otra cosa que protegerme.
Sin embargo no había mucho tiempo que
perder, estábamos a punto de partir, pero antes de marcharme, le susurré al
oído: "Recuerda la canción universal, sólo así te podrán escuchar
...."
En un tranquilo día de verano, mi fiel
amiga me sacó de la mochila y delicadamente me apoyó a su lado.
Frente a nosotras, el mar con su suave
brisa y un sol rojo que empezaba a aparecer por el horizonte.
La joven me miró, sonrió y se alejó. Para
ella era el momento de irse, pero antes fuimos capaces de comunicarnos por
última vez: me dejó allí justo donde quería haber vuelto!
Ahora me encuentro en Popoyo,
Nicaragua, de nuevo vivo en una pequeña
grieta, justo de mi tamaño, bajo la sombra de
un gran árbol.
Estoy esperando otra compañera
que me lleve a viajar con ella.
Mientras tanto, sigo cantando nuestra canción
para no olvidar y recordar que todos formamos parte de un único Universo.
de Federica Truc
traduction de Maidel Guillot
Federica Truc ens va fer arribar aquesta preciosa història juntament amb les imatges en un reportatge que estava fent per Nicaragua
Ella és una fotògrafa italiana que viu a Costa Rica.
Gràcies Federica!!!