sábado, 1 de junio de 2013

UNA CANCIÓN DESDE POPOYO, NICARAGUA






Hola!!! 
Soy una piedra, y como todas las piedras, no puedo dar ni un paso sola.
Me queda una única esperanza, la de caer en buenas manos y emprender un viaje en compañía.
Los años iban pasando y fui la única piedra sin recoger de aquel lugar.
Algunos se detenían a observarme, cierto, pero estaba atrapada en el interior de una grieta dentro de un tronco de madera y nunca intentaron liberarme.
No sabia que hacer, y  estaba harta de esperar, deseaba viajar y
buscaba el modo de hacerme notar y ser visible.
-Pero, cómo comunicarme? -pensé- si nosotras las piedras y los humanos no hablamos el mismo idioma! 
De repente, se me acercó una joven que comenzó a entonar una canción.
Desde luego, no podía oír sus palabras, soy una piedra!  Pero increíblemente sentí las vibraciones de aquella música.
Como era posible?  estábamos hablando! 
Me contó que así era como su madre le cantaba cuando era pequeña.
Esta dulce melodía había sido transmitida de generación en generación como un idioma universal. Todos los seres de la Tierra la conocen, pero muchos la han olvidado.
No había tiempo que perder, pensé. Llévame contigo - le supliqué-  
Nadie ha querido recogerme, toda la culpa es de esta grieta! Hay en ella mucho esfuerzo, ya sabes ....
Pero la chica sacó de su bolso una pequeña pieza de metal y con mucho cuidado, se las arregló para sacarme de ese horrible tronco. Me colocó suavemente en el bolsillo y nos fuimos. 
Mi viaje por fin había comenzado! 
Juntas vimos lugares remotos, inmensos bosques, volcanes seculares, animales y personas de todos los tipos. Olores, colores, todo era tan intenso… y me sentí tan libre! 

Pero un día tuve un encuentro que cambió mi vida ...
Era ella, una vieja amiga, una  piedra que habia acabado apilada junto a otras. Estaban las unas encima de las  otras, formaban  un gran edificio, sumergido en el humo  y el caos de la ciudad.
-Sabes compañera, esta vida no es lo que me esperaba!!- me dijo la pobre. 
Tuviste suerte de haber nacido en ese tronco aprisionada porque tú  al menos estabas rodeada de montañas y en plena naturaleza. 
Pensé en las palabras de mi amiga y todo me pareció más claro.
Esa ranura que me mantuvo encerrada en un destino inmóvil en realidad no hizo otra cosa que protegerme.
Sin embargo no había mucho tiempo que perder, estábamos a punto de partir, pero antes de marcharme, le susurré al oído: "Recuerda la canción universal, sólo así te podrán escuchar ...." 
En un tranquilo día de verano, mi fiel amiga me sacó de la mochila y delicadamente me apoyó a su lado.
Frente a nosotras, el mar con su suave brisa y un sol rojo que empezaba a aparecer por el horizonte. 
La joven me miró, sonrió y se alejó. Para ella era el momento de irse, pero antes fuimos capaces de comunicarnos por última vez: me dejó allí justo donde quería haber vuelto! 
Ahora me encuentro en Popoyo, Nicaragua,  de nuevo vivo en una pequeña grieta, justo de mi tamaño, bajo la sombra de  un gran árbol.
Estoy esperando  otra compañera que me lleve a viajar con ella.
Mientras tanto, sigo cantando nuestra canción para no olvidar y recordar que todos formamos parte de un único Universo.

de Federica Truc
traduction de Maidel Guillot


Federica Truc ens va fer arribar aquesta preciosa història juntament amb les imatges en un reportatge que estava fent per Nicaragua
Ella és una fotògrafa italiana que viu a Costa Rica. 
Gràcies Federica!!!

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